TERNURA MÁXIMA (2ª PARTE)
Tenía que dedicar una segunda parte a este tema porque ayer salió en las noticias web una que me volvió a tocar la fibra y que merece ser incluida en el pack de "noticias tiernas", junto con el abuelete australiano que hacía chalequitos para las crías de pingüino afectadas por un vertido, la abuela cretense que enviaba gorritos de lana a los niños refugiados del conflicto sirio y el abuelete "abandonado" por sus nietos el día de su cumpleaños que consiguió la solidaridad de medio Twitter.
En este caso, supongo que lo habreis visto, es el de un albañil en Indiana que trabaja en una construcción que se está realizando en frente de un hospital y ha hecho una réplica en cartón del famoso Wally (Waldo por allí) y cada día lo coloca en una localización diferente para que los niños ingresados se entretengan y lo busquen, como en los famosos libros. Después cuelgan en sus redes sociales (han creado un grupo en Facebook) fotos con el hallazgo del muñeco.
Una manera original y sencilla de hacer que para estos pequeños sea más llevadera la estancia (terrible) en el centro médico.Con historias como éstas, y tal como está el mundo últimamente de violento y crispado, con noticias de atentados día si día también, políticos corruptos,etc uno recupera la fe en el ser humano y en su bondad, y lleva a pensar que no está todo perdido, si hay personas como este hombre.
A veces con un pequeño gesto se pueden obtener grandes satisfacciones.
Enlaces:
La Vanguardia: El albañil que alegra la vida...
Knits for nature
Ternura máxima (la primera parte)
En este caso, supongo que lo habreis visto, es el de un albañil en Indiana que trabaja en una construcción que se está realizando en frente de un hospital y ha hecho una réplica en cartón del famoso Wally (Waldo por allí) y cada día lo coloca en una localización diferente para que los niños ingresados se entretengan y lo busquen, como en los famosos libros. Después cuelgan en sus redes sociales (han creado un grupo en Facebook) fotos con el hallazgo del muñeco.
Jason Haney con su Wally |
Una manera original y sencilla de hacer que para estos pequeños sea más llevadera la estancia (terrible) en el centro médico.Con historias como éstas, y tal como está el mundo últimamente de violento y crispado, con noticias de atentados día si día también, políticos corruptos,etc uno recupera la fe en el ser humano y en su bondad, y lleva a pensar que no está todo perdido, si hay personas como este hombre.
A veces con un pequeño gesto se pueden obtener grandes satisfacciones.
Enlaces:
La Vanguardia: El albañil que alegra la vida...
Knits for nature
Ternura máxima (la primera parte)
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