FRACASOS Y RESPONSABILIDADES
A todos nos cuesta aceptar que nos equivocamos,a unos más y a otras menos, pero es algo que no tenemos interiorizado. La culpa, el miedo a las consecuencias que pueda acarrearnos o por no mostrar debilidad frente a nuestros "rivales". El miedo siempre presente, bloqueando nuestro crecimiento personal, supongo que heredado de nuestro instinto primitivo de supervivencia.
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| Foto: Pexels |
Lo vemos continuamente en los políticos y líderes de la actualidad que siguen este mal ejemplo, porque se reconoce como símbolo de debilidad y un agujero para los ataques de sus contrarios. Pero, ¿realmente demuestra debilidad? A mi me parece muy valiente reconocer que te has equivocado en algo, en lo que creías ciegamente que saldría bien. Pero como siempre, el fracaso tiene un bonus de penalización en el marcador de nuestras experiencias.
La asunción de responsabilidades es una de las soft skills que se demandan en los procesos de selección. La famosa pregunta "Háblame de algún momento en tu vida laboral en la que hayas cometido un error, ¿cómo lo solucionaste?" que seguro que en más de una ocasión todos hemos tenido que responder.
Y ni mucho menos es para descartar a la persona del proceso automáticamente ni para castigar a nadie. Simplemente para saber entre otras cosas, primero, si eres una persona que asume las consecuencias de sus acciones y no se las carga a terceros, y segundo, para saber cómo reaccionas ante adversidades e imprevistos o conflictos. Para saber cuál es tu capacidad de reacción y recuperación ante posibles fallos.
Si se quiere evolucionar en un puesto hacia posiciones de más peso dentro de la organización, es necesario coger el toro por los cuernos y saber asumir responsabilidades. Y no tener miedo a reconocer cuando nos equivocamos, porque eso te hará ser un líder más humano y cercano, que es capaz de rectificar cuando algo sale mal y no enrocarse.
El error como aprendizaje se lleva usando toda la vida. En lanzamiento de productos, en aplicación de nuevos procesos, etc. Y cuando algo no funciona, esa capacidad para rehacer las cosas es lo que salva a muchas empresas y trabajadores de no salir adelante.
Todo el mundo se equivoca, otra cosa es que lo reconozcan, porque la imperfección del ser humano viene de serie.
Como decía el otro: "Unas veces se gana y otras se aprende"
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Post inspirado en el antigüo Blogia de 2012 ("Errare humanun est" )
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